martes, 26 de octubre de 2010

Safo de Lesbos


Safo fue una poetisa lírica griega, nacida aproximadamente en el año 620 A.c. Aunque no se sabe mucho de su vida, se dice que perteneció a una familia noble y fue contemporanea del poeta lírico Alceo. Los fragmentos de sus poemas que aún se conservan, indican que ella enseñó arte, filosofía y letras a un grupo de mujeres jóvenes.
 Safo se convirtió en un símbolo de amor y un modelo de la libertad sexual que alarmaba a la sociedad primero por el hecho de que era una mujer poeta y segudo por su amor abierto a las mujeres.
Por la  naturalidad y pureza de sus versos se cree que era una mujer femenina, delicada y espiritual. Safo fue la primer mujer en escribir poemas de amor, ella combinaba lo agridulce de las experiencias amorosas, también es conocida por asociar los elementos de la naturaleza como las estrellas o la luna con el amor o para hacer descripciones de la belleza.                                                                                                                                                                                                    
Una de sus obras más destacadas es Oda a Afrodita, en la cuál Safo, hablando en primera persona, le pide a la diosa que le otorgue los amores de alguien.

Ubicación de la isla Lesbos




























Oda a Afrodita:


¡Tú que te sientas en trono resplandeciente,                                           
inmortal Afrodita!
¡Hija de Zeus, sabia en las artes de amor, te suplico,
augusta diosa, no consientas que, en el dolor,
perezca mi alma!
Desciende a mis plegarias, como viniste otra vez,
dejando el palacio paterno, en tu carro de áureos atalajes.
Tus lindos gorriones te bajaron desde el cielo,
a través de los aires agitados por el precipitado batir de
sus alas.
Una vez junto a mí, ¡oh diosa!, sonrientes tus labios
inmortales,
preguntaste por qué te llamaba, qué pena tenía,
qué nuevo deseo agitaba mi pecho,
y a quién pretendía sujetaras con los lazos de mi amor.
Safo, me dijiste, ¿quién te agravia?
Si te rehuye, pronto te ha de buscar;
si rehúsa tus obsequios,
pronto te los ofrecerá aunque no quiera ella.                                    
Si ahora no te ama, te amará hasta cuando no lo desees.
¡Ven a mí ahora también, líbrame de mis crueles tormentos!
¡Cumple los deseos de mi corazón, no me rehúses tu
ayuda todopoderosa!
Me enamoré, Athis, de ti, hace mucho tiempo
y me parecías sin gracia, como una pequeña niña.
Sé que más tarde alguien se acordará de nosotras.
Como el viento desenfrenado que en las montañas
cae sobre los bosques, el amor estremece mi ser.
No puedo decidir: hay en mí dos almas.
Hiciste bien en venir, pues te anhelaba
y desfallecía por este deseo que incendia mi alma.

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