
Píndaro desarrolló un estilo personal, y a pesar de que intentaron imitarlo no lo lograron. Sus escritos están enriquecidos con gran variedad de temas que abarcan la mitología, la filosofía y hasta la moral. En sus obras se ve un espíritu religioso, hace notar que respeta y venera tanto las tradiciones como la fe. Su poesía es noble y profunda, siempre con anhelos de gloria y virtud. Al parecer para él la el triunfo refleja la victoria de lo bello y lo bueno sobre la mediocridad.
"... La gloria
de Pélope desde lejos nos contempla, en los certámenes
de las Olimpiadas, donde se dirime la velocidad de las piernas
y la madurez valiente de la fuerza..."
"...oh Megacles, tuyas y de tus antecesores!
En el éxito nuevo me gozo. Pero esto me duele:
que la envidia se vuelva a las obras hermosas. Se dice, por cierto,
que la dicha floreciente, constante,
trae así al hombre lo uno igual que lo otro..."
"...Muchas veces lo que se calla hace más impresión que lo que se dice..."